Rutina de cuidado facial

Nuestro rostro es la puerta de entrada en lo que a relaciones sociales se refieren. Dicen que la cara es el espejo del alma y a eso no le falta razón, por lo que si queremos que nuestro rostro luzca como deseamos, es muy recomendable llevar a cabo una rutina de cuidado facial día y noche para lucir una piel fuerte, fresca y jovial.

Ahora bien, ¿conoces realmente los motivos por los que es bueno hacer una rutina de limpieza facial?

¿Por qué es importante llevar a cabo una rutina de cuidado facial?

La piel de nuestro rostro es bastante más delicada que la de otras partes de nuestro cuerpo, ya que no está tan protegida y se expone a elementos del clima como el frío, el calor o el viento.

Además de esto, debemos sumar otros aspectos que rigen nuestra vida diaria, como el hecho de no descansar correctamente, el estrés, la exposición a la luz artificial, la mala alimentación, la falta de ejercicio, la contaminación etc…

Estas son las condiciones idóneas para la aparición de; arrugas, bolsas en los ojos, patas de gallo, piel reseca, manchas y muchos otros problemas que no queremos para nuestras vidas.

A algunas de las situaciones que provocan estos problemas podemos darles solución mejorando nuestros hábitos, pero hay otras como la exposición a las pantallas, el clima, la contaminación o el paso del tiempo, a las cuales no se les puede dar un remedio tan fácilmente.

Si queremos maximizar el tiempo que nuestra piel se encuentra en un estado óptimo, lo más recomendable es que creemos una rutian de cuidado facial que nos permita alcanzar este objetivo.

Algunas ventajas de la rutina facial:

·        Rejuvenece la piel.

·        Hidrata la piel ayudando a regenerar sus defensas naturales.

·        Cuida la piel grasa, favoreciendo la disminución del acné y desapareciendo puntos negros.

·        Tenemos una piel más saludable, ya que al hidratarla se vuelve más elástica y previene la aparición de arrugas.

Pasos a seguir para crear tu rutina skin care

Aclaradas las ventajas de las rutinas faciales, vamos a explicar cómo hacer una correcta limpieza facial diaria, ya que es frecuente que se mezclen los pasos a seguir en la limpieza de cutis en casa.

De forma resumida, los pasos para llevar a cabo una correcta rutina de limpieza facial son: 

1. Limpiamos la cara superficialmente
2. Exfoliamos para una limpieza más profunda
3. Tonificamos para recuperar el ph después de la exfoliación
4. Aplicamos una mascarilla para hidratar (Opcional)
5. Aplicamos el sérum
6. Aplicamos el contorno de ojos
7. Terminamos de hidratar con una crema hidratante
8. Nos protejamos frente a los rayos UVA con una crema solar (Opcional

Limpiamos la cara superficialmente 

Este es el primero de los pasos de nuestra rutina de cuidado facial diaria, ya que antes de poder aplicar productos que fortalezcan tu piel y le den el brillo y reparación que necesita, es necesario que retires cualquier elemento de suciedad de tu rostro. No hay ni qué decir que siempre que te maquilles tienes que limpiar los restos de maquillaje antes de dormir, por lo que esta fase de limpieza en la rutina de skin care va aparte de la limpieza de maquillaje, si así fuera.

Algunos productos que puedes usar para la limpieza facial son: el agua micelar, la espuma limpiadora, el gel limpiador, un cepillo de limpieza facial.

Exfoliamos para una limpieza más profunda 

En esta fase el objetivo es indagar mejor en una limpieza correcta, mediante un exfoliante que retire la piel muerta de nuestra cara, manchas o cualquier aspecto como el sudor. En los pasos de la limpieza facial, la parte de exfoliación no es necesaria hacerla todos los días, y de ello dependerá si tu piel es más grasa o menos grasa. Si este no es tu caso, bastará que uses el exfoliante cada 3 días aproximadamente.

Algunos de los mejores exfoliantes faciales son: Exfoliante Multiacción Arthouros Alba Arthouros Alba, USU Cosmetics Cleansing & Exfoliating Foam

Tonificamos la piel 

El tónico es necesario para volver a recuperar el pH de nuestra piel, ya que anteriormente hemos frotado para retirar la posible suciedad del rostro.

Hidratamos la piel (Opcional)

Para ello aplicaremos una Mascarilla hidratante, estas cremas, una vez que se aplican, tienes que dejar actuar unos 15 minutos. Esto no es un paso obligatorio en tu rutina facial todos los días, sino cuando veas que es hora de revitalizarla, suavizarla e hidratarla.

Ten en cuenta que cuando quieras aplicar una mascarilla hidratante para la cara, deberás hacerlo siempre justo después del tónico y antes de aplicar el sérum.

Aplicamos el Sérum para una mayor hidratación

Tras aplicar el tónico, echa mano del sérum, que terminará de hidratar tu piel y, lo más importante, le dará fortaleza.

Contorno de ojos 

Como intuirás, es un paso para eliminar imperfecciones alrededor de tu mirada, como las habituales ojeras. Para aplicarlo, utiliza tu dedo meñique y pon tres puntitos de contorno para cada ojo, haciendo un suave masaje para que penetre en la piel.

Crema hidratante 

 Estamos llegando al final, por lo que este penúltimo paso es para dejar lista tu piel. Puedes escoger la crema hidratante que más se ajuste a tus necesidades, teniendo en cuenta también si la aplicas por el día o por la noche, y atendiendo a los ingredientes de la misma que más se correspondan con el resto de productos de tu limpieza facial.

Protección solar (Opcional)

Si estás haciendo tu rutina facial de día, no olvides utilizar el protector solar. Incluso aunque hayas utilizado una crema con SPF en alguno de los pasos anteriores, es recomendable que emplees un protector alto (con un SPF mínimo de 20). Así evitarás que tu piel se dañe tras haberle dado un buen repaso en tu rutina.

Como ves, seguir una rutina facial diaria puede parecer algo tediosa y duradera, e incluso difícil de memorizar. Pero como cualquier rutina que apliquemos a nuestra vida, verás como tras hacerlo varias veces no tendrás problemas en conocer los pasos. Aun así, nuestro consejo es que coloques los productos por orden de uso, ¡y listo! Ya puedes ser toda una profesional de la cosmética facial, y de llevar un cutis totalmente nutrido e hidratado.